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Los Centros Juveniles Don Bosco de Castilla y León, siguen trabajando.

El confinamiento ha obligado a los trabajadores y trabajadoras de la Federación de Centros Juveniles Don Bosco en Castilla y León a trabajar desde sus casas. Hoy damos voz a algunos de ellos que nos cuentan cómo están viviendo esta experiencia, su estado de salud y anímico, sus rutinas y cómo siguen llegando a los usuarios y familias a través del teletrabajo.

Rebeca Bartolomé (Secretaria Técnica de la Federación): «No me ha sido difícil adaptarme al teletrabajo».

Rebeca ha sido recientemente madre. Estos días de confinamiento afirma «estar poniéndose al día con el trabajo y disfrutar de mi hija». La gran parte de las comunicaciones las realiza vía e-mail pero «ya era así antes», señala. También realiza reuniones online y por teléfono para las que está disponible «a cualquier hora». Rebeca comenta que este período de estado de alarma también «puede convertirse en una oportunidad para hacer cosas que por falta de tiempo antes no se hacían y ahora hay tiempo al no entrar cosillas nuevas por estar todo paralizado».

Antonio Matellán (Director del CJ Trascampus en Zamora): «Es un reto para crecer en humanidad y sacar lo más auténtico de cada uno».

Antonio soporta una dolida carga emocional tras la ausencia de personas muy significativas en su vida que a causa de la pandemia se han ido.  A pesar de ello afirma «estar bien y preocupándose por las personas más vulnerables». Destaca el trabajo en equipo en su Centro Juvenil «poniéndonos a disposición de los chavales y llamando a aquellas familias que conocemos que lo pueden llevar peor». No están pudiendo dar continuidad suficiente a los programas que requieren presencia física como las salidas medioambientales pero sí en otras como «evaluaciones, el Trasca News, la programación del campamento urbano y la participación en la Pascua».

Ezequiel Blanco (Técnico del Programa de Voluntariado Joven): «La gerencia nos ha indicado que no podemos derivar voluntariado a las entidades por prevención».

Ezequiel trabaja buscando, orientando y derivando personas jóvenes que quieren ser voluntarias a entidades sociales. La crisis del coronavirus ha generado cambios importantes en el Programa de Voluntariado que impulsa el Instituto de la Juventud a través del CJCYL. «Estamos orientando el trabajo a difundir ofertas de voluntariado en las redes sociales para que los voluntarios puedan conectar con las entidades sin la mediación directa de los técnicos». El Programa está teniendo su continuidad con nuevas iniciativas como la elaboración de vídeos e infografías que refuerzan las recomendaciones sanitarias. «También estamos elaborando nuevas propuestas formativas de futuro», añade Ezequiel. 

Elisa Moráis (Educadora del CJ Don Bosco en León: «Hay que buscar el lado positivo, mantener la mente ocupada y establecer una rutina de trabajo».

Elisa no ha tenido dificultad a la hora de adaptar su trabajo. Para no perder la rutina realiza el mismo horario laboral y lo compagina con sus estudios y el deporte. Resalta la importancia «del trabajo en equipo» que se ha podido mantener gracias a las nuevas tecnologías realizando semanalmente una reunión de seguimiento. Elisa afirma que los usuarios y las familias son «la base fundamental de nuestro trabajo, procuramos en todo momento seguir lo más cerca posible». El contacto con las familias ahora es fundamental, por eso desde el Centro Juvenil Don Bosco sigue planteando nuevas actividades desde una perspectiva diferente y adaptada a la situación.

Cristina Rebollo (Coordinadora de la Casa de Juventud Aleste en Valladolid): «Nuestro objetivo es mantener los proyectos, adaptando programaciones, estando en primera línea».

Cristina ha creado junto a sus compañeros una sección protegida en la web del Centro Juvenil donde las familias mediante registro pueden ver y realizar las diferentes tareas, manualidades, recomendaciones y ver vídeos. La organización del trabajo «se va haciendo sobre la marcha, adaptándonos a la situación y las medidas que van saliendo». La comunicación se realiza por medios telemáticos. «Tuve que traerme a casa el ordenador y el teléfono del Centro Juvenil, adaptar un espacio de tranquilidad y la conexión a Internet para poder trabajar con eficacia», señala. A través de las redes sociales intentan llegar a todas las personas, motivando y siendo participes del movimiento #YoMeQuedoEnCasa

Raquel Sánchez (Educadora de la Asociación Auryn en León): «No solía utilizar el ordenador para trabajar, ahora ya me he acostumbrado».

Raquel afirma sentirse bien, sigue una rutina y unos horarios para organizarse el día. Trabaja por las mañanas y las tardes las dedica a la familia y al ejercicio físico. «Cada uno de nosotros tenemos unas tareas que nos encomienda la coordinadora del centro y después ella se lo envía por WhatsApp a las familias». Raquel da continuidad al programa de apoyo escolar en el que trabaja diseñando actividades, recursos educativos y de tiempo libre para que los destinatarios de la asociación puedan desarrollarlos en este tiempo de confinamiento.

Santi Domínguez (Director de Don Bosco Villamuriel): «Tuvimos el primer caso de coronavirus en Palencia «.

Santi tuvo que lidiar con el primer caso de Covid-19 en Palencia. «Fue un poco estresante al principio por la falta de toma de decisiones de la Administración». La mayor parte del trabajo ha pasado a vías telemáticas «pero el trabajo en sí es el mismo, sólo he tenido que adaptar la forma de hacerlo metodológicamente», afirma. Santi utiliza el Youtube y las emisiones en directo para acercar la Obra Salesiana a la gente. En el Centro Juvenil han reformulado los programas de compensación educativa y el Grupo Scout Avalón continúa reuniéndose los sábados por videoconferencia para realizar diversas actividades.